Consejos y precauciones frente a la picadura de la avispa asiática
Carmen Mogío, jefa del servicio de Alergología de Povisa, nos explica qué precauciones debemos tomar ante la posible picadura de la avispa asiática. Desglosa, además, las reacciones de estas picaduras.
¿Es más peligrosa la picadura de avispa
asiática que la de la avispa autóctona?
La
avispa asiática no representa mayor peligro que su homólogo europeo, el riesgo
es similar. Al tratarse de una avispa de gran tamaño, al igual que la vespa cabro, especie autóctona en
Galicia, la cantidad de veneno que inyecta es mayor, su picadura causa un dolor intenso y agudo y las molestias pueden
durar de varios días a una semana. No es
una especie agresiva con el hombre, salvo cuando se trata de defender su nido y
el riesgo de desarrollar una alergia a su veneno existe, pero no es mayor que
el de las especies autóctonas. Hay que
adoptar, por tanto, la misma prudencia que con el resto de avispas.
¿Qué debemos hacer en caso de picadura?
En
esos casos hay que intentar inicialmente no permanecer en la zona, marchar sin
grandes aspavientos para evitar nuevas picaduras. En reacciones locales, el
tratamiento se limita a medidas tópicas
(hielo local, compresas frías...) y antihistamínicos.
La picadura de la avispa asiática puede causar molestias durante varios días a
una semana, pudiendo ser útil la toma de un analgésico o antiinflamatorio.
Si
se produce una reacción sistémica, generalizada, la rapidez a la hora de
administrar el tratamiento adecuado determinará la eficacia del mismo. En el caso
de presentar síntomas como urticaria (ronchas y picor), de forma
aislada o con dificultad para respirar, vómitos, dolor abdominal, o incluso pérdida
de conocimiento, se deberá avisar inmediatamente al servicio de emergencias, y en el caso de que la
persona sea alérgica a este veneno se deberá administrar un autoinyector de adrenalina, del que
deberá ser portador.
¿Cuáles
son las reacciones que produce una picadura de avispa velutina?
Las
mismas que las autóctonas, pudiendo dar lugar a:
Reacción propia del veneno: aparece en
el lugar de la picadura una lesión con eritema e inflamación de varios
centímetros de diámetro (<10 cm), así como un intenso dolor y picor debido a
las propiedades del veneno inyectado.
Reacción local extensa: son mayores de
10 cm de diámetro. Alcanzan su máximo entre las 24 y las 48 horas, abarcando a
veces dos articulaciones contiguas.
Reacción sistémica: Se pueden
clasificar en 4 categorías según su gravedad:
Grado I. Urticaria generalizada, prurito, malestar,
inquietud.
Grado II. Angioedema o reacciones anteriores más dos de las
siguientes: constricción pulmonar, náuseas, diarreas, vértigo, dolor abdominal.
Grado III. Disnea, broncoespasmo, estridor o reacciones
anteriores más dos de las siguientes: disfagia, disartria, ronquera, debilidad,
confusión, miedo.
Grado IV. Reacciones anteriores más dos de las siguientes:
hipotensión, colapso, inconsciencia, incontinencia de esfínteres, cianosis
¿Cómo se detecta que una persona es
alérgica a esta avispa (o a cualquier tipología de avispa)?
En
la actualidad, no contamos con una prueba “in vivo o in vitro” que, aplicada en
la población general, determine qué individuos manifestarán alergia, tras su
picadura o la de otro véspido, por lo que la sospecha inicial de una posible alergia a cualquier tipo de
himenóptero es la clínica, cuando el paciente
tras picadura de estos insectos presenta una reacción sistémica.
Por
otro lado, y en el caso de la vespula velutina, al tratarse de una especie
invasora, no disponemos en la actualidad
de unas pruebas que determine una sensibilización frente a la misma, pero
es de utilidad el hecho de que se ha verificado del análisis del veneno de Vespula
velutina que su composición es semejante
a la del veneno del avispón autóctono: Vespula cabro y de otras especies de
véspulas. Por ello, en el caso de una reacción sistémica sospechosa de alérgica
podría realizarse estudio con las pruebas disponibles en este momento frente a
véspula.
¿Cuáles son las principales precauciones a
seguir por una persona alérgica?
En general, toda la población, alérgica o no, deberá seguir las
mismas precauciones. Desde la SEAIC (Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica) se recomienda:
1.- No acercarse (conscientemente,
al menos) a panales de abejas ni a nidos de
avispas. Si descubriéramos que involuntariamente nos hemos
acercado a uno de ellos, debemos retirarnos con movimientos lentos para no
llamar, dentro de lo posible, su atención. La probabilidad de que estos
animales piquen es mucho mayor si consideran que su panal o nido corre peligro
(especialmente las abejas, a las que una sola picadura les cuesta la vida): es
importante, por ello, advertir a los niños de que no deben agredir sus panales
o nidos si los identifican, ni siquiera a distancia.
2.- Si una abeja
o avispa se posa sobre alguna parte del cuerpo, no es
aconsejable intentar matarla ni espantarla; es necesario permanecer quieto o
hacer sólo movimientos lentos hasta que se aleje. No es previsible que pique si
no se siente amenazada, pero cualquier intento brusco o descoordinado de
espantarla puede ser interpretado como amenaza.
3.- Durante la época de calor, cuando se bebe en el exterior algún líquido azucarado como
refrescos, comprobar que no hay abejas o avispas en los bordes del recipiente.
El animal puede haberse posado para disfrutar de los restos de la bebida que
permanecen en las paredes del recipiente, y acercar los labios sin percatarnos
de ellos puede depararnos una sorpresa desagradable.
4.- Es conveniente evitar la manipulación de alimentos, muy especialmente frutas,
al aire libre. Si tomamos una pieza o trozo de fruta que haya estado expuesto a
la intemperie, es conveniente revisarlo antes de llevárnoslo a la boca, por el
mismo motivo expuesto antes.
5.- Evitar
acumular basura en recipientes abiertos cuando estamos en
el campo, y evitar acercarse a los contenedores de basura de la calle,
especialmente cuando está abiertos, pues pueden atraer a estos insectos.
6.- Si ha dejado ropa expuesta al aire libre, hay que
sacudirla antes de vestirse, pues puede haber alguna avispa entre sus pliegues.
7.- Evitar, en lo posible, caminar descalzo en exteriores. Cuando no pueda
evitarse, como en los bordes de las piscinas, es conveniente mirar dónde se
pisa. Es necesario, también, saber que los huertos en floración y cualquier
área con abundantes flores tienen más probabilidades de acoger un mayor número
de estos insectos.
8.- Usar ropa de
colores poco llamativos, pues sabemos que los colores vistosos
resultan atractivos para abejas y avispas: al fin y al cabo, esa es la
explicación de la variadísima gama de colores que presentan las flores, cuya
función no es otra que atraer a los insectos polinizadores).
9.- Evitar
en lo posible podar árboles y segar el césped o setos en estos meses de verano.
10.- Las colisiones
con estos insectos pueden causar picaduras, algo de lo que hay
que ser consciente cuando se corre o se monta a caballo, en bicicleta o en
moto, o cuando se viaja en coche descapotable con el techo bajado: riesgo que
es mayor en áreas en las que haya abundancia de flores.
11.- Es útil tener a mano un insecticida por si alguno de estos animales
se colara en un recinto cerrado en el que estuvieran las personas. Si, una vez
conduciendo, descubriéramos que alguna abeja
o avispa se encuentra en el interior del vehículo con
nosotros, es necesario mantener la calma (¡fundamental!), no perder nunca de
vista la carretera si somos el conductor, abrir las ventanillas y detener el
coche en cuanto tengamos oportunidad de hacerlo con seguridad (por supuesto, no
necesariamente en ese orden, pues si podemos detener el vehículo con seguridad
de forma inmediata, esa es la primera medida a adoptar), y no reanudar la marcha
hasta que el problema esté resuelto.
En
el caso de los pacientes alérgicos deben portar siempre consigo su autoinyector
de adrenalina.