Cómo prevenir la cistitis
La
cistitis es una de las infecciones urinarias más frecuentes, sobre todo en las
mujeres que, en muchos casos, la sufren de manera recurrente. Esta afección de
la vejiga se produce por contaminación bacteriana en el tramo urinario inferior,
que es más corto en el aparato urinario femenino.
Hay
más tendencia a sufrirla durante periodos como el inicio de las relaciones
sexuales, en el embarazo o con la menopausia, también por cambios hormonales
que afectan a la composición de la flora vaginal. En el caso de los hombres, es
más frecuente en los adultos, relacionada con los cambios que ocurren con la
edad en la próstata,
y con las enfermedades de la próstata y la vejiga.
Los
síntomas más comunes son el dolor y escozor al orinar, el aumento de la frecuencia de las micciones, la urgencia miccional
y la sensación de vaciado incompleto de
la vejiga, además
del dolor en la zona de la vejiga,
del abdomen y lumbar.
Compartimos los principales consejos de prevención frente a la cistitis de la mano del equipo de Urología de Povisa.
Consejos para prevenir la cistitis
- Procure que las relaciones sexuales no sean molestas o dolorosas, si es necesario use un gel lubricante. Antes de las relaciones haga una correcta higiene de los genitales (ducha o baño) y procure vaciar la vejiga.
- Además, se debe evitar aguantarse las ganas de orinar cuando se tiene la vejiga llena. Se recomienda orinar al menos cada 3 ó 4 horas.
- La cistitis es más frecuente en verano o invierno, cuando se producen cambios bruscos de temperaturas. En este sentido, se recomienda que las personas tendentes a estas infecciones se cambien de bañador tras el baño.
- Asimismo, es importante mantener una hidratación continuada para evitar la concentración urinaria, bebiendo siempre agua durante las comidas.
- Sobre el uso de preparados como los extractos de arándanos y otros productos, algunas pacientes que los toman de manera continuada, tienen menos infecciones, pero se recomienda consultar su uso con el médico de cabecera previamente.
Cuando
no se consigue prevenir con las anteriores pautas, para tratarlo se recomienda
acudir al profesional sanitario para la correcta prescripción de antibióticos
–que serán de corta duración para evitar que éstos destruyan la flora,
impidiendo la defensa frente a otros gérmenes o potenciales infecciones, como
la candidiasis vaginal-. En los
casos de cistitis recurrente,
es conveniente conocer
previamente qué germen es
el responsable de la infección a través de un cultivo de orina.